Si de verdad fuera escritor, probaría como Rimbaud a crear todas las fiestas, todos los triunfos, todos los dramas. Intentaría inventar nuevas flores, nuevos astros, nuevas carnes, nuevas lenguas.
Si de verdad fuera escritor, sería absolutamente moderno. Y con la aurora, armado de una ardiente paciencia, entraría en las espléndidas ciudades. Si de verdad fuera escritor, transcurrirían mis días de forma muy distinta. Si de verdad fuera escritor...
Nothingness encapsulated. You won't feel a thing.
Friday, September 24, 2004
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2 comments:
Más Vila Matas. Literatura como creación más allá de la recomposición. El joven Enrique, presumido y soñador, eleva el oficio del escritor al de los dioses. A diferencia de los omnipotentes, los escritores son, por supuesto, son dioses tristes. Dioses decadentes que arrastran sus pies por el suelo y se meten en su buhardilla en París a plasmar en viejas máquinas de escribir sus universos.
El problema es que al divinizar el oficio, el joven Vila-Matas lo convierte en una tarea imposible. Un objetivo condenado al fracaso y cuya búsqueda inevitablemente está asociada a la frustración y la asfixia.
¿Qué haría yo si de verdad fuera escritor? Probablemente escribiría, todo el tiempo.
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